Congreso Familia y Vida: palabras del Arzobispo
Los días 7 y 8 de Mayo se celebró en nuestra ciudad de Rosario el VI CONGRESO NACIONAL DE FAMILIA Y VIDA organizado por la Red Federal de Familias.
Con ocasión de la inauguración del mismo el Arzobispo de Rosario, pronunció las siguientes palabras:
“Queridos Amigos:
Bienvenidos a este VI Congreso de Familia y Vida, organizado por la Red Familia. En particular a los que han venido de más lejos, testimoniando así el compromiso por trabajar a favor de la familia y de la vida.
Hay un hecho que tenemos que reconocer casi con sorpresa: la experiencia elemental que muchos de nosotros hemos vivido en nuestra propia familia, la experiencia inextirpable de un bien. Un bien del que estamos agradecidos y queremos transmitir a las nuevas generaciones para compartirlo con ellas. El bien de la familia que se configuró a través del tiempo con la venida de Nuestro Señor Jesucristo que quiso nacer en una familia. Familia que es santuario de la vida, educadora de la vida. ímbito insustituible para la generación y educación de todo ser humano.
Testimoniar la belleza de la familia enraizada en el designio de Dios es la gran misión de cada familia, para mostrar al mundo que hay un modo de vivir la vida y de alcanzar la madurez de la persona que es más verdadero, más bello y más bueno que cualquier otra forma.
Por otra parte, constatamos que este bien no ha logrado frenar los intentos de transformar el matrimonio en otras formas distintas. Y constatamos también se vive una gran crisis de la institución matrimonial (…)
Estamos ante un nuevo inicio. Ante grandes desafíos. Lo muestra de un modo especial la Iglesia a través de la preocupación del Papa Francisco que convocó a dos Sínodos de los obispos sobre el tema de la familia y ha dado como fruto la Exhortación post sinodal Amoris Laetitia. Tenemos aquí un precioso instrumento para abordar el trabajo a favor de la familia y todo lo que ella conlleva: amor conyugal, generación y educación de los hijos, atención de la fragilidad y situaciones difíciles.
Una tarea eminentemente laical.
Los animo a que sean protagonistas en la vida de la sociedad para generar un clima que favorezca a la familia y a la vida. Esta es una tarea eminentemente laical, que han de jugar en el campo social, político, económico, laboral, cultural, de modo que todos los ámbitos de la vida humana favorezcan y consoliden a la familia.
Unión de las familias.
Testimoniar y difundir el sentido auténtico del matrimonio y la familia, y su misión, no se puede hacer en soledad. Los animo a que formen y sigan formando y acrecentando asociaciones y movimientos de familias que sean como el humus comunitario en el cual echar raíces y sacar fuerzas para perseverar en la gran misión que tiene la familia. Â Ciertamente que el gran humus para los cristianos es la vida misma de la Iglesia que nos trae a Jesucristo como camino, verdad y vida de cada hombre y de cada familia.
Los animo y elevo mis plegarias al Señor por la fecundidad de este Congreso de modo que sirva de aliento, estímulo y ayuda a las familias en su entrega y en sus dificultades.
Pongo en las manos de la Santísima Virgen del Rosario, Madre y patrona nuestra los trabajos de este Congreso”.