La Iglesia de Rosario peregrina a Añatuya
“Un verdadero misionero de misericordia se refleja en la experiencia del Apóstol:
Dios me ha elegido; Dios confía en mí; Dios ha puesto su confianza en mí llamándome, a pesar de ser un pecador, para que sea su cooperador para que haga real, eficaz y concreta su misericordia”.
(Papa Francisco)
Los presbíteros José María Lamas, ordenado sacerdote el 23 de noviembre de 1984 por Mons. Jorge Manuel López y Juan Ignacio Lanzotti, ordenado sacerdote el 09 de diciembre de 1994 por Mons. Eduardo Vicente Mirás, que pertenecen al clero de nuestra Arquidiócesis de Rosario, partirán el próximo lunes 18 de febrero, como misioneros a una Parroquia de la localidad de Monte Quemado, en la Diócesis de Añatuya, Santiago del Estero, por tres años.
Mons. Eduardo Martín nos recuerda que “nuestra Iglesia quiere seguir caminando, salir al encuentro de los hermanos y por eso en nuestra Arquidiócesis vamos a ‘dar’ a dos miembros del pueblo de Dios, que tienen el orden sagrado y los enviamos a ser misioneros.
La Iglesia los envía a Añatuya por tres años y todos nosotros vamos con ellos: la Iglesia de Rosario peregrina con estos dos hermanos nuestros.
La naturaleza más profunda de la Iglesia es la misión y por eso damos gracias a Dios por estos sacerdotes que parten a otro lugar a llevar el amor de Dios”.
Los invitamos a acompañarlos y sostenerlos con nuestra oración pidiendo a la Santísima Virgen del Rosario, Madre de la Evangelización, nos de a todos “nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de la vida y nos ayude a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz.”.